Wednesday, January 19, 2005

Esperancita...

Espèrance hay Una sola, y es Nuestra.

Anzi... aprovecho estos momentos para darte lata, algún día me lo dirás en la cara... y me anticipo estratégicamente :)
Sabés, la Biblia no es "solo" un libro sagrado: es un libro de sabiduría, de consejos, de apoyo. Y es también un libro de cuentos.
Uno de estos cuentos trata sobre un señor llamado Job, buen servidor de Dios, al que le pasan muchas cosas malas. Una tras la otra.
Job fue a través de siglos, un símbolo de la esperanza "mas allá", que contra todos los males, contra sus amigos, contra su misma esposa, no abandonaba "su" esperanza... hasta antes de la desesperación, en que un Buen Amigo lo ayuda.
Ojalá pronto esos ojos de jade lean por si mismos estos antiguos párrafos.
Mientras, leo en voz baja un comentario sobre el texto.
Tu duerme tranquila; ya sabés...
Nunca te abandonaremos :)

"...La esperanza que se abre con la amistad, se vuelve a cerrar con la amistad defraudada. Era “esperanza en”, dialógica, fraterna. Con la decepción, se anuncia la desesperación que conlleva la dimensión trágica de la soledad radical.
A pesar de su decepción Job sigue apelando a sus amigos: volveos a mí (6,27); escuchad mis palabras (13,17; 21,2); prestadme atención (21,5). En su apología final, ya renuncia definitivamente a esa esperanza para volverse sólo a Dios.
Job pone en crisis los instrumentos interpretativos de la realidad porque mientras acusa a Dios, también se confía en él, pide encontrarse con Dios, quiere entrar en el juicio de Dios. Job asume los viejos esquemas conceptuales pero sin dejarse condicionar por ellos. No tiene miedo de romper los esquemas y decir lo que parece, porque lo que cuenta es su búsqueda de la verdad.
Si parece que Dios es injusto, Job no tiene miedo de decir lo que parece. Los amigos son “objetivos” al decir que Dios es justo, pero Job sabe que Dios no tiene necesidad de ser defendido por el hombre. Si parece que Dios es injusto, Job lo dice, y así apela a una justicia que sabe que está en Dios y le pide a Dios que revele su misterio.
Job apela a un misterio de Dios invisible que Job quiere ver; Job sabe que Dios es justo pero le pide que lo muestre.
Job rechaza aceptar la apariencia, por lo menos hasta que Dios mismo no se lo diga, con la certeza de que esto es imposible. La respuesta ya no puede venir del hombre, sino de Dios..."

"...Las razones para esperar en el libro de Job están ausentes; es lo que la Biblia llama esperar contra toda esperanza (Rm 4,18). Si es absolutamente necesario encontrar una razón para la esperanza en Dios, habrá que volverse a Dios mismo. Este fundamento de la esperanza permanece en riesgo, pues la esperanza en Dios implica una dependencia respecto de una alteridad, y aquí, una alteridad absoluta. Job conoce ese riesgo: Arriesgaré todo, me jugaré la vida, y aunque intente matarme, lo aguardaré (Jb 13,14-15). Es el riesgo inherente a toda confianza en otro. Es sólo a posteriori que Job sabe que su confianza no fue vana..."

La Esperanza cumplida en Job, Fragmento, Daniel Kerber



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