Unas letras para tu Papi...

Espérance hay Una sola, pero es Nuestra.

Mi niña, pasear por el centro de Madrid y contemplar obras tan bellas como La Cibeles es una delicia, sobre todo de noche... Ya le dije a Papá que deseo compartir con él, y por supuesto contigo cariño, un paseo por el viejo Madrid de los Austrias a la luz de la luna... Cosita, aquí estás, una vez más, colgada de mi pecho, que cada vez es más enorme y desproporcionado ( alégrate bribona que tienes comida para rato, aunque la espalda me mate ... ;P ) y quiero que compartas conmigo estas palabras para Papi... El corazón que escuchas cerca de tu orejita, el mío que también fue y es tuyo, es el que habla ahora :


Te lo pedí una vez, te lo he pedido varias veces, quizá sin derecho alguno e incluso antes de empezar a sentir sin medida, como siento... No me sueltes. No hace mucho que tejí aquel manto para abrigarnos, para protegernos del temporal, y no se por qué, quizá debió quedar algún punto suelto, a veces noto que el frío que entra a través de esos huequecitos y me congela el alma y me siento débil, y me duele el cuerpo... Y es en esa corta pero interminable agonía miro a mi lado y te veo, te siento cerca, y me llamo estúpida porque no pensé antes en cobijarme bajo tus brazos, sino en aguantar sola y de frente la ventisca... Pero entiende, mi amor, que mi dolor de huesos y mi vista aturdida por el frío, hacen que esos centímetros que en realidad nos separan parezcan millones de kilómetros, y me cuesta horrores moverme sin que me duela cada partícula de mi ser, aunque sepa que la recompensa va a ser estar a tu lado, sentir tu calor... Pero estoy luchando, sigo luchando, añadiendo una hebrita más de hilo a nuestar manta cielo, aunque me duelan los dedos, porque tengo fe, aunque no lo creas la tengo, aunque me creas desfallecer la tengo, y me niego a convertirme en un trozo de carne incapaz de sentir, o peor, capaz de controlar lo que siente, volverme una máquina. Prefiero, deseo y creo en las lágrimas que salen de tu corazón , porque son las mías, y en las palabras que brotan de tus labios, porque son los míos, y porque sí, porque estoy dispuesta a poner la otra mejilla aún me la golpeen, porque quiero vivir, no bajo los brazos de otro padre, sino bajo tus brazos, los del hombre que mi corazón ha elegido, le pese a quién le pese, esa es una realidad que no me puede arrebatar nadie, ni siquiera tú, por mucho que deba poner los pies en la tierra... Así que una vez más, por favor, te lo ruego, no me sueltes, no me dejes caer si no es para hacerlo en tus brazos, como mujer o como lo que Dios quiera que sea... Te quiero...


Veo que el fuerte latido de mi corazón cariño, no impidió que te durmieras... Te adoro Anzi...