Mamá, hoy me toca a mí.

Espérance hay Una sola, pero es Nuestra.

Mami:
Me decís siempre que soy pequeña... y seguiré así un buen rato, lo sé.

Sé que por eso, hay muchas cosas raras que no entiendo.

Sé que te parecerá raro estar leyéndome, cuando mis manitas aún no pueden acariciarte como te merecés, como quisiera; y en su lugar sólo te doy caritas y pataditas de mimos.
Yo sé que no tengo la capacidad de entender muchas cosas raras.

Pero, aunque no lo notes, sé también que aunque a veces hacés como que mirás para otro lado, tus ojos (esos ojos que fueron míos), dejan caer unas gotitas. Imagino que te debes sentir como cuando me duele la pancita (si, cuando te llamo a grititos...vos sabés).

Y yo... no puedo ayudarte mucho mami... no tengo como, no sé como... si no tengo más experiencia que estos días que llevo viviendo con vos y con papá!.

Y la experiencia de ese día, en que nací.

Lo recuerdo; yo estaba cómoda en tu seno, me alimentabas, me abrigabas, eras todo para mí... había como un escudo que me envolvía de todo mal, que me protegía de todo.

Pero un día se rompió...

Y yo, nerviosa... me quedé sorprendida! Te noté inquieta también, dolorida.

Qué iba a ser de mí? Pensé que me tocaba algo malo, algo como dejar de ser yo!.

Y sí... al final dejé de ser ese antiguo yo: unas manos amables me tomaron, y enseguida me pusieron a tu lado... no dentro tuyo, sino a tu lado! Uff... que confusión!! Entre que te quería saludar y mimarte y agradecerte, también tenía miedo de perder mi escudito, mi calidez habitual, la forma en que me habías acostumbrado a alimentarme. Que iba a pasar en el futuro?.

Ahora tenía que hacer esfuercitos para respirar!... esfuercitos para pedir comida o cariño. Todo parecía más difícil... donde estaba yo? Yo, aquella yo?... Y me di cuenta...

Mami... no ves que ésta soy yo? Al fin soy yo? Me confundí, me asusté, me dolió y me cuesta.

Pero, sabés que má? Me doy cuenta que ese proceso fue necesario. Cuando no podía respirar, lo hiciste por mí, todo lo hacías por mí: me preparaste para ser Yo.

Y ahora? Ahora quiero Ser, mami.

Quiero ser algo que antes no era, no podía:

Ser tu hija; para crecer con vos (y no en vos), para acompañarte siempre. Para demostrarte cuanto te amo. Para agradecerte toda la vida lo feliz que estoy de tenerte.

Dejáme ayudarte así: al menos prometeme que nunca nunca te vas a olvidar de mi nombre, de lo que significa, de lo mucho que significás para mí, y de que te quiero con toda mi almita, si?

...

(Caray, creo que toca pañales...Buáaa ... Perdona, me echas una mano?:)