Mientras estás durmiendo.

Esperànce hay Una sola, pero es Nuestra.

Mientras tomas el alimento del cuerpo mismo de tu madre, tus ojos se vuelven ávidos por momentos, satisfechos, inquietos... todo depende de como el torrente de vida blanca te vaya nutriendo.
Pero mientras estás durmiendo, tus ojitos se ocultan, como un tesoro preciado: y entonces hay que adivinar como son.
Cuando veo tu rostro pequeñito (aunque dicen que no está bien mirar a quienes duermen...), y las persianas de tus párpados están cerradas, imagino un mar calmado. Un lugar acogedor, infinito, mágico, inescrutable y siempre hermoso...
Pero, uff... , sólo puedo imaginarlo....
Te quiero princesa, te dejo bonitas imágenes de mis pupilas, para ilustrar tus sueños a todo color.

Calma y Sosiego